Una de las de las etapas de mayor incertidumbre, para los padres, cuando los niños empiezan el colegio es la lectura. El niño parece que no avanza, aprende una letra y olvida otra y, para colmo el vecino que tiene la misma edad ya sabe leer.
No todos los niños aprenden al mismo ritmo ni de la misma manera; por lo tanto, no hay que presionar ni estigmatizar al que va más rezagado.
Cuando ya han aprendido a leer se presenta otra disyuntiva, ¿cómo hago para que mi hijo lea?
Para crear un buen hábito de lectura es importante que los padres también lo tengan y que sus hijos aprendan de verlo en ellos. Pero, no siempre es así; porque o no leen habitualmente o no tienen tiempo.
Hay quien, de la noche a la mañana, llena la casa de libros o que obligan al niño a que lea, sin obtener resultados.
Pon en práctica las siguientes pautas:
- Elige un libro del que sepas que la temática le puede interesar, tú mejor que nadie conoces a tu hijo.
- Proponle que lo vais a leer juntos (él leerá un párrafo o página y tú la misma cantidad de texto).
- No es necesario que lo terminéis en pocos días, no hay prisa, una página al día puede ser suficiente.
- Cuando lo dejéis pregúntale sobre lo leído, que lo comprenda es lo más importante.
- Dile las ganas que tienes de retomar la lectura, lo mucho que te gusta el libro...
- Leer cada día, elige un momento que puedas dedicarle sin interrupciones.
- Con un sólo libro que leáis juntos no será suficiente, tendrá que haber más.
- Deja que participe en la elección del siguiente libro, que se lea el resumen de la parte trasera y que opine.
- Hablad de la nueva lectura hasta el momento de empezar, así se irá motivando.
Esta actividad se puede hacer con todos los miembros de la familia, a cada uno se le designa su parte a leer, los que todavía no saben pueden escuchar atentamente y, después, entre todos hablar de lo leído.
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