Te quiero, yo más.

El amor de padres a hijos es el más incondicional que existe y es importante que los niños lo sientan y lo entiendan así.

El amor no entiende de errores, de fallos, de dificultades, de carencias; el amor incondicional es capaz de superar todo eso.

Los padres transmiten este amor a través del contacto físico, estando atentos a las necesidades de sus hijos, de decirles lo válidos, especiales e importantes que son para ellos; a través del acompañamiento de la lectura
de un cuento, de escuchar sus preocupaciones y dificultades.

Esto no quiere decir que no se puedan corregir o decir que algo está mal hecho, también forma parte del amor, no es un menosprecio para el niño.

Es importante expresar cuanto me quieren y cuanto quiero para sentirme mejor. La autoestima se desarrolla de una forma más adecuada.

Por todo lo anterior, os propongo un EJERCICIO DE AMOR con vuestros hijos.

• Déjale notas de amor por la casa (en su cuarto, en el baño,, la cocina, el coche...)
  
• Escríbele una carta donde expresas el amor que sientes, ¿si lo haces en las redes sociales por qué no se la das por escrito?
• Juego en familia: recorta rectángulos de papel y en cada uno escribe palabras de amor, repártelas e intercambiarlas.
• Dale besos, abrazos y caricias en cualquier momento.
  

Para algunos padres demostrar el amor es algo habitual pero para otros no, porque se sienten cohibidos para demostrarlo.

Cuando el niño no tiene ese sentir de ser querido por sus padres generalmente, tiene dificultades de confianza porque si los padres, que son aquellas personas que transmiten el amor, no son capaces de hacerlo o de demostrarlo, ¿quién lo va a hacer?

Haz o haced todo aquello que sea expresar el amor para que así, tu hij@, también aprenda a expresarlo.